Sobre el populismo
En esos momentos de complejidad extrema del escenario internacional, fenómenos como el del populismo son cada vez más probables. En estos tiempos, que testimonian los lÃmites de la capacidad humana de control sobre el futuro, los estados de ánimo pierden la serenidad y poderosos afectos emergen hasta la epidermis de las formaciones sociales. Es como si esos estados de ánimo escaparan a sus portadores y constituyeran atmósferas objetivas de inseguridad, de riesgo, de miedo. Entonces, las actuaciones pueden llegar a tener el rasgo de lo compulsivo y de lo cÃnico, destruyendo las estructuras reflexivas de valor que conceden legitimidad a los órdenes polÃticos. Las respuestas que reclaman los conceptos de justicia, solidaridad, equidad, igualdad, dignidad, quedan entonces vacÃas, lo que redobla la intensidad de los retos y de las preguntas que encierran (…). Pero cuando el miedo, la inseguridad, la inquietud, lo desconcertante estalla, entonces la crÃtica es impotente ante las configuraciones de los sentimientos y pasiones. Entonces el populismo acecha.
José Luis Villacañas en Populismo
———-
Esencialmente, el populismo posee cuatro propiedades interrelacionadas:
1) la existencia de dos unidades homogéneas de análisis: el pueblo y la elite;
2) una relación de antagonismo entre ambas;
3) la valoración positiva del «pueblo» y la denigración de la «elite»; y
4) la idea de la soberanÃa popular, traducida en la prevalencia de la voluntad general como matriz decisoria.
He aquà el núcleo duro del populismo, en cuya ausencia no habrá tampoco, pues, populismo. A ese núcleo pueden añadirse otros rasgos, quizá más derivados que primarios. Destacadamente: su tendencia a organizarse alrededor de un lÃder, su antiintelectualismo, su identificación con una Heimat o patria idealizada, su hostilidad hacia la democracia representativa qua representativa, su reactividad ante las crisis y naturaleza, por tanto, episódica, asà como un repertorio de acción basado en la provocación, la polarización y la protesta.
Manuel Arias Maldonado en Para comprender el populismo (I)
¿Tienes algo que comentar?